Explora la riqueza de la flora mexicana a través de esta cautivadora obra de arte de Alfredo Ramos Martínez, un destacado exponente del movimiento indigenista mexicano. Esta pieza, creada cerca de 1920, con trazos delicados de pastel sobre papel, captura la esencia misma de las flores mexicanas, emanando vitalidad y elegancia.Alfredo Ramos Martínez, pionero del movimiento indigenista mexicano, plasmó en sus obras la cultura y la gente de su tierra natal. Su estilo distintivo, caracterizado por la simplicidad de las formas y la riqueza de los colores, refleja su profunda conexión con el espíritu del México rural.En esta obra, Ramos Martínez nos regala un armonioso arreglo floral, donde una rosa solitaria, magistralmente dibujada, cobra vida creando un impacto visual que evoca la exuberancia de la naturaleza mexicana. Más allá de su belleza estética, esta obra posee un valor artístico e histórico significativo. Como una ventana a la visión artística de Ramos Martínez, nos permite apreciar su maestría en el manejo del pastel y su profunda apreciación de la belleza natural de México.Dimensiones: 71 x 56 cm Marco 107 x 86.5 x 5 cm # de catálogo: 1645Alfredo Ramos Martinez (1871 - 1946)Nacido en Monterrey, Nuevo León, el 13 de Noviembre de 1871 y murió en California el día 8 de Noviembre de 1946. Estudio en la afamada Academia de San Carlos y bajo la supervisión directa del maestro del Siglo XIX Santiago Rebull en la Escuela Nacional de Bellas Artes en la Ciudad de México DF. Posteriormente, en la primera década del siglo XX, viaja a Paris donde encuentra influencias de las escuelas vanguardistas Europeas del momento. Fue aquí donde aprendió del impresionismo, postimpresionismo y el simbolismo, que fueran un sello de su obra años mas tarde. Ramos Martínez jugo un papel importante en la historia del arte en México, fundando la Escuela de Pintura al Aire Libre, donde otros artistas de suma importancia, como Fernando Leal, fueron alumnos. Esta institución fue una respuesta radical a la extrema tendencia academista de la Academia de San Carlos así como también la asimilación de la cultura artística europea en donde el caballete era llevado hasta las escenas naturales de manera de poder refleja la esencia de la luz, el color y la forma como es en el impresionismo. Habiendo adquirido fama en ambos lados del Atlántico, Ramos Martínez dejo México para residir en Los Ángeles, California, para poder proveer a su hija Maria la atención medica que necesitaba al padecer de una enfermedad en los huesos que la dejo discapacitada. Exhibía frecuentemente y pinto murales como su obra monumental que se encuentra en el Scripps College.