¿Otro récord navideño? Dios sabe que hay suficientes en el ya confuso mercado de sentimentalismos, curiosidades y nuevas interpretaciones acústicas del espectáculo de fin de año. ¿O las hay? Bueno, más o menos. ¡Pero hasta ahora ha desaparecido uno! Lo que nos sabe bien es la mezcla, y es la combinación de las diferentes especias que hemos preparado en nuestros propios adornos navideños y que ahora colgamos en lo que podría ser más o menos un árbol. Con algo que podría ser más o menos oropel. Con regalos debajo del árbol que tampoco se pueden reducir claramente a una lista de deseos, porque, querida Niña Jesús, ¡tienes muchas posibilidades! ¡Y nosotros también, más o menos! Seis músicos de una orquesta sinfónica y un cantante de un teatro de entretenimiento musical están en casa, pero no querrás quedarte en casa de forma permanente y exclusiva. Así que van allí, deambulan por géneros más lejanos o se quedan con el último. O al menos siete diferentes. Y escribe siete listas de deseos diferentes. Y resumirlas en una en la que cada individuo se refleje.