Los problemas de ansiedad en los niños y adolescentes han sido subestimados desde hace mucho tiempo. Se habla de ansiedad, de estrés, de que un niño es miedoso, inquieto o nervioso. Pero de ahí a considerar que sufre un síndrome, un trastorno, hay una gran distancia. Lo mejor es que conozcamos los trastornos de ansiedad (síndrome de separación, pánico, agarafobia, estrés agudo o postraumático, etcétera). Así como responder lo siguiente: ¿Qué son estas enfermedades que alteran el funcionamiento de estos jóvenes? ¿Cuáles son las causas y qué hacer para ayudarlos?