Virko Baley nació en Ucrania en 1938 y llegó a los Estados Unidos como refugiado en 1949 y, finalmente, estableció su hogar en Las Vegas. Durante mucho tiempo ha estado fascinado por la poesía de Emily Dickinson, como se puede escuchar en las dos conmovedoras obras grabadas aquí: una, un ciclo de canciones orquestales con sus textos, y la otra, una suite para violín y piano inspirada en esos escenarios. Muestran un agudo oído para el color orquestal, una afición por los gestos dramáticos y un fuerte sentido del lirismo, a veces influenciado por ecos lejanos de los orígenes de Baley en Europa del Este, la riqueza del ciclo de canciones que lo sitúa río abajo de Mahler y Berg y la moderación de las Canciones sin palabras que, en ocasiones, evocan a Arvo Prt.