En este CD, Rosario logra dar la impresión de estar en un escenario en vivo, acortando así las distancias entre los jugadores y los oyentes y, por lo tanto, calentando la fría atmósfera que suele impregnar las salas de grabación. Tiene el carisma suficiente para convertirse en el agente catalizador del grupo, que reúne a cuatro músicos extraordinarios: Pietro Lussu al piano y los teclados, Fabrizio Bosso a la trompeta, Joseph Lepore al contrabajo y Lorenzo Tucci a la batería. Todo está sumido en una percepción mágica del tiempo, poco técnica, en la que las notas vuelan alrededor de los temas ejecutados mientras diferentes señales y sensaciones se suceden como si estuvieran ondulando.