Facilita la curación de la piel de manera que se acelere el proceso, al crear un entorno ideal, para la curación de las heridas. Se crea rápidamente una barrera semipermeable y protectora sobre la piel que conserva el índice normal de vapor de agua, con lo que se mantiene húmeda la zona dañada con el fin de acelerar su regeneración. Esta barrera protectora también absorbe y retiene los exudados naturales de la herida en el proceso de curación.