Si tu notebook funciona con lentitud, si un programa no responde o no se carga, lo más probable es que se trate de un problema de memoria. Estos son posibles indicios de un rendimiento defectuoso en el día a día de tus tareas. Por ello, contar con una memoria Kingston -sinónimo de trayectoria y excelencia- mejorará la productividad de tu equipo: las páginas se cargarán más rápido y la ejecución de nuevas aplicaciones resultará más ágil y simple.