10 mascarillas de tela10 parches para ojos Golden10 sobres lodo volcanico1 tarro de parches para ojos ácido hialurónico10 parches para labios 1 gafas sandia hidrogelBeneficios:Propiedades astringentes: la mascarilla de arcilla volcánica es ideal para piel grasas ya que su poder astringente reduce la acumulación de grasa y otros restos de suciedad en los poros de la piel. De esta forma, también previene otros problemas e impurezas como el acné.La explicación de los amplios beneficios de los barros termales se encuentra en su composición llena de oligoelementos y minerales esenciales. Estos componentes tienen una acción descongestiva, antimicrobiana, antiséptica y tensora para la piel.Las mascarillas se indican para todos los tipos de piel. Su ventaja es que penetran las capas internas -donde otros productos no llegan-, aportando nutrientes esenciales. Sirven para limpiar la piel, ayudan a las células a regenerarse y también son relajantes.El cuidado de la piel es fundamental en cualquier época del año. Dependiendo de las características de tu epidermis, deberás recurrir a un tipo de tratamiento específico que responda a sus necesidades. Además de los tónicos, sérums y cremas, a tu rutina de cuidado deberías de añadir las mascarillas faciales.El colágeno contribuye a que la piel se mantenga hidratada y protegida frente a los agentes externos como el sol, la contaminación o el frío.Disminuye las arrugas, las líneas de expresión y las estrías, además de prevenir y retrasar los signos del envejecimiento.El Colágeno actúa como un agente anti-envejecimiento que hidrata y repara la piel del rostro, minimiza las líneas de expresión, proporcionándole una estructura firme y tersa. Contiene Colágeno Hidrolizado, que penetra las capas más profundas de la piel y actúa de manera más rápida.El colágeno es una substancia que nuestro cuerpo produce de forma natural. Aparte de la piel, también se encuentra en cartílagos, ligamentos y tendones. Podemos encontrar colágeno también en muchos alimentos, como las frutas, la carne o los huevos. Gracias a ella nuestra piel se mantiene tersa, flexible y radiante. Pero la cantidad de colágeno que nuestro cuerpo produce va mermando con la edad: a partir de los 25 años empieza a disminuir y para cuando llegamos a los cuarenta apenas producimos la mitad que en nuestra adolescencia. Es por ello que nuestra piel empieza a resecarse, volviéndose más fina y apagada y aparecen las primeras arrugas. Este proceso se acelera con los cambios hormonales derivados de la menopausia.