La arcilla tiene numerosas aplicaciones terapéuticas en la piel gracias a sus propiedades desinfectantes, desintoxicantes, depurativas y calmantes, y aunque todas las arcillas comparten estas cualidades, su diferente composición las haces a unas más idóneas que otras para determinados casos.Depura las capas más profundas de la pielEstimula la limpieza linfáticaEjerce un poderoso efecto antiinflamatorio y refrescanteImpide la proliferación de bacterias