Libro de uso en buenas condicionesTal cual se ve en las fotosEn su Arquitectura mexicana del siglo XVI, George Kubler reconoce la labor precursora en el estudio de los edificios y monumentos coloniales de México de Manuel Toussaint (1890-1955), al que llama su "compañero de correrías cul- turales". Edmundo O'Gor- man, por su parte, lo define: "Bondadoso y sabio, maestro ilustre y devoto, amante del espléndido tesoro artístico de nuestra patria. A don Manuel hemos de reconocerle además el gran mérito de instaurador de los modernos estudios históricos del arte colonial."Pasión en la vida de Toussaint fue el estudio de las viejas ciudades, de los antiguos edificios. Puso su erudición al servicio del mejor conocimiento del arte de la arquitectura -la música congelada en la definición de Worringer-. Mucho es lo que puede aprenderse en los libros de Toussaint, mas también es mucho lo que puede sentirse: el reflejo que le dejaron las rinco- nadas, las plazas, las calles, los templos, las casonas, el ambiente -íntimo y callejero a la vez de una ciudad.Para comprender mejor el deseo de fijar la descripción de una obra arquitectónica y de un momento determinado el suyo, el nuestro bastaría recordar el terror de la piqueta, de lo que se llama la modernidad y el afán de lucro que cambian, destruyen y afean los rincones que nos son queridos, las señales de referen- cia de las ciudades.Así, quedan fijadas en un momento del tiempo, en este libro, Oaxaca con la coloración jade que toma bajo la lluvia, y Tasco a la luz de la luna, "para soñar en los amores reales y presentes y hacerlos tan bellos como los pasados o los imposibles".FONDO DE CULTURA ECONÓMICAJe CULTURA SEP