Un nudo de bruja es un amuleto protector que está formado por dos poderosos símbolos entrelazados. El primero de ellos es el círculo, el símbolo universal de la vida, el universo y las cosas eternas, y el nudo de cuatro esquinas. Este último es gaélico y representa las cuatro estaciones, a los cuatro dioses de las estaciones celtas, a los cuatro puntos cardinales y a los cuatro elementos (tierra, fuego, agua y aire), entre otras cosas. La unión de estos símbolos permite que el nudo de bruja contrarreste las maldiciones, mal de ojo o conjuros negativos que lancen sobre la persona que lo lleve. ¡Sirve como escudo reflectante! Así que mandará de vuelta toda la negatividad a aquel que la haya lanzado en primer lugar. Por esta razón, es uno de los artículos esotéricos al por mayor más codiciados entre aquellos que practican Wicca. Solo con llevarlo puesto, ya puedes sentirte más tranquilo.Para poder activarlo es de la siguiente forma: Para empezar a utilizarlo debes conseguir uno existen en varias tiendas físicas o virtuales, la cuestión es que sea un amuleto con el que sientas afinidad. Una vez que lo tengas contigo lo primero que debes hacer es lavarlo con agua corriente, por eso se recomienda que esté hecho de metal, lo ideal es que puedas lavarlo en el agua de una cascada en algún río esto sería magnífico, posteriormente debes dejarlo una noche completa bajo la luz de una luna llena. Una vez que has preparado tu amuleto recuerda que este no debe de ser tocado por nadie más que tú, ya que es un amuleto de carácter personal y puede contagiarse de otras energías por lo cual debes de tenerlo muy protegido; si se llega a dar el caso de que alguien lo ha tocado deberá repetir el ritual de purificación.