Reloj Cuervo Y Sobrinos Habana Ultramar

Reloj Cuervo Y Sobrinos Habana Ultramar Precio: $7600
Datos del Vendedor:

FERCAPETILL CAPETILLO


Comprar producto

Reloj Cuervo y Sobrinos Habana, Ultramar, automático, mide 35 milímetros sin contar corona, de alta colección, forma parte de la historia de Cuba, muy buscados por los coleccionistas en EEUU y Europa.Cuervo y Sobrinos alta tecnología Suiza de Origen Cubano ________CUERVO Y SOBRINOS (1864)_______Esta emblemática joyería y relojería patrimonio del buen gusto y la exactitud de sus relojes fue el primer clásico de la industria habanera. En 1930 se instauró definitivamente en San Rafael y Águila frente a Fin de Siglo y diagonal a Los Tres Reyes Magos tiendas de modas en diferentes épocas. Se vendían relojes Rolex y Longines de Oro. En esos tiempos su reconocida elegancia y sus diseños personalizados los disfrutaban en Bardem y Paris. Sus competidores comerciales eran la Tiffany en NYC y Cartier de Paris en elegancia y stylo que tutea entre el tiempo y el gusto, la exacitud y su diseño único. Fue unos de los impulsores de la publicidad comercial con sus anuncios "la joya creada por Usted..."; "Los joyeros de confianza..."; "No importa la cifra..." y otros. En la actualidad en la Habana Vieja existe un establecimiento que repasa la historia del patrimonio de la relojería habanera y que lleva el nombre de Cuervo y Sobrino.Existe en La Habana, alrededor de Cuervo y Sobrinos, un halo de leyenda. Algunos recuerdan la joyería con nostalgia, otros -los más jóvenes- no saben que existió. Algunos sacan de su armario viejos relojes de bolsillo que pertenecieron a padres o abuelos, otros recuerdan haberlos vendido o intercambiado por necesidad. Hay quienes recibieron anillos de compromiso en la joyería, y quienes lo heredaron como joya familiar.Cuervo y Sobrinos no es solo una antigua marca cubana de relojes resucitada en los 90. En 1917 era la joyería más acreditada de la isla, lo que no quiere decir la más cara. La historia comienza cuando en 1885 Don Ramón Ramírez Cuervo, maestro relojero y joyero, funda en la Calle Muralla en el centro de La Habana su primer taller y joyería de lujo. En un principio, Don Ramón se dedicaba a reparar relojes y joyas. Posteriormente, viendo el potencial del negocio, se convierte en importador exclusivo para Cuba de relojes de bolsillo de marcas reconocidas como Longines y Roskopf y los de pulso con marcas como Rolex, Omega, Longines, Delbana, Ultramar, Vulcain, Juvenia, Delbana e Invicta entre otras, Pero el impulso lo toma cuando su sobrino Armando F. Río y Cuervo -después de emigrar de Oviedo y pasar una temporada en México- llega a trabajar con su tío. Personalidades como Hemingway, Caruso o Gary Cooper se convierten en clientes frecuentes. La joyería alcanza el renombre que sobrevive aún hoy. Luego del 59, la familia Cuervo se va de la isla. En la actualidad la oficina principal se encuentra en Capolago, Suiza.