Revista Vea No. 1 Antigua Revista Para Adultos, Vedettes

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BRASILERISSIMO


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Vea: Semanario ModernoAno I, No. 12 de noviembre de 1934Cubierta un poco maltratadaLa Ciudad de México en los años treinta era una ciudad que habitaban sobretodo la clase media baja, los trabajadores y los pobres. Muchos de ellos eranmigrantes recién llegados a la capital y otros tantos llevaban varios lustros entresus calles. Se habían apoderado de una buena parte del centro y, acorde conel discurso revolucionario, eran identificados como el sujeto más importante delproceso que se vivía en ese entonces en el país: junto con los campesinos, loshabitantes pobres de la ciudad eran parte fundamental de lo que se identificabacomo “el pueblo mexicano”. Si bien la marginalidad seguía siendo mal vista, llama la atención cómo en diversas publicaciones periódicas nacionales este “pueblo mexicano”, de clara raigambre urbana, empezó a dar bastante qué decir. Convirtiéndose en tema recurrente, el mundo popular de la Ciudad de México pobló no pocas páginas de aquellos años treinta y reclamó un lugar privilegiadoen la memoria social. Muchos escritores se ocuparon de los tipos y las anécdotas de los barrios bajos citadinos, pero hubo un grupo de periodistas que hizo verdadera profesión de narrar, semana con semana, algún acontecer popular de laciudad. En este grupo de periodistas, que además se sumaba cotidianamente ala bohemia que habitaba los principales cafés y cantinas del centro, destacaron,entre muchos, figuras como Pepe Elizondo, Carlos Ortega, El Chango García Cabral, Tomás Perrín, Carlos Rivas Larrauri, Enrique Bonet, Marcos Cadena, RafaelAlfredo Pérez y Pérez, Rafael Arias Bernal y Concha Villarreal. Sus reportajes,caricaturas y fotografías se publicaron en revistas como Todo, Revista de Revistas, Jueves de Excélsior, Rotofoto, Sucesos para todos y Vea. Estas últimas seconcentraron de manera puntual en el mundo popular y lograron algunos reportajes de singular calidad destacando oficios, beneficios y maleficios del espaciourbano y de sus bajos fondos.Vea: Semanario moderno comenzó su mandato como uno de losLas revistas para adultos más atrevidas en 1934 y se publicaron hasta que el presidente la prohibió como pornografía.Lázaro Cárdenas en 1937. En conjunción con sus narrativas sexualmente explícitas como la anterior-citada "La Cita" ("La fecha"), cada edición deVea también contenía una variedad de fotografías dechicas desnudas y con poca ropa. Entre estos, cuerpos femeninos sugestivamente transpuestos al paisaje urbano,usualmente junto a importantes hitos arquitectónicos de la Ciudad de México, ocupaba muchas páginas en elrevista. Se colocaron fotos de mujeres jóvenes en ropa interior sexy o completamente desnudas en laimportantes monumentos de la capital, como el Palacio de Chapultepec y el Palacio de Bellas Artes (Figuras 1y 3). Estas imágenes de niñas blancas y mestizas en las calles de la Ciudad de México invitan hoy a pocos, si es que hay alguno,comparaciones. Parecen fuera de lugar, especialmente cuando se comparan con los ahora familiares y muchocélebre imaginería contemporánea de la época que acompañó la fase cultural de la cultura mexicanaRevolución, como los murales que glorifican a los indígenas de Diego Rivera