Disco de acetato de 33 rpm 281Para esta interpretación grabada, como para todos los demás lanzamientos de The Bach Guild, el tamaño de las fuerzas corales y orquestales empleadas se ha mantenido dentro de los límites de los empleados por el propio Bach. Con demasiada frecuencia, en la interpretación de obras corales de Bach, el número de músicos utilizados es tan abrumador que muchas de las líneas del contrapunto se oscurecen y el resultado es una enorme confusión de sonido. En esta lectura, el coro contaba con veinticuatro voces en total, seis en cada parte. La orquesta, compuesta por miembros de la Orquesta Sinfónica de Viena, empleó cuatro primeros violines, cuatro segundos violines, tres violas, dos violonchelos y dos bajos. El órgano era un puesto del siglo XVIII especialmente resucitado de un museo para estos registros. Su volumen y timbre discretos se adaptan mucho mejor a su función de acompañamiento que los de un órgano moderno. Por cierto, los pitidos y golpes ocasionales que se escuchan antes de que el órgano comience a funcionar son inherentes a su mecanismo de 200 años de antigüedad. El trío de trompetas empleado en el coro final del Aleluya también es auténtico, ya que son instrumentos de Bach de dos metros y medio capaces de superar sus extremadamente difíciles partes agudas con facilidad y con el equilibrio tonal adecuado. Si bien la inscripción en la portada indica que Bach escribió originalmente una parte de tímpano para el último movimiento de la Cantata n.° 21, no ha llegado hasta nosotros. Para esta representación, el director reconstruyó una parte con el estilo adecuado.Lorna Sydney, Alois Pernerstorfer y Rosl Schwaiger son miembros de la Ópera Estatal de Viena. Hugues Cuenod es un distinguido cantante de lieder francés que trabajó durante muchos años con Nadia Boulanger.